lunes, 26 de noviembre de 2012

Día 5: caida, barro, vivac... Ljoukak - Khemis


El nuevo plan de ruta que hemos tenido que improvisar nos llevará hoy hasta Khemis, para regresar mañana de nuevo hasta Ljoukak, desde donde cogeremos un taxi que nos lleve de vuelta con las bicis a Marrakech.



La ruta que hemos planificado es circular para evitar así repetir el recorrido en la vuelta. Por tanto tenemos dos opciones para la ida y la vuelta de Khemis:
- Ir por Tizi n'Test (todo carretera) y regresar por Tiguenziou (todo pista)
- Ir por Tiguenziou (todo pista subiendo el Tizi n'Ouacheddene) y regresar por Tizi n'Test (todo carretera)

Decidimos la segunda opción, que como veremos al final del día resulta ser la mejor dadas las circustancias...

Cogemos buenas energías gracias al rico y abundante desayuno que nos preparan en el albergue donde hemos dormido. Todo son productos caseros, pan reciente, miel muy suave, aceite de oliva que saber perfectamente a aceituna, mermeladas y te.




Lo primero que hacemos es parar a comprar algo en el pueblo (la casa donde nos hemos quedado está a 1 km aproximadamente), lo típico, agua y pan que no tienen y nos tocará buscar más adelante.



Comenzamos la ruta hasta que pasado 1 km nos damos cuenta de que no llevamos la dirección correcta, estamos siguiendo la de la opción primera.

Damos la vuelta y tomamos la pista correcta, llaneando hasta una vieja mina de cobre abandonada, desde donde comenzamos la principal y aparentemente única dificultad de la etapa, el puerto de Ouacheddene (Tizi como se llama aquí) .

Antigua mina de cobre
Son 10 kilómetros de pista muy pedregosa y con una fuerte pendiente en todo el recorrido, tanto es así que desde el comienzo tenemos que llevar el plato pequeño.





Poco a poco vamos ganando altura y después de aproximadamente hora y media sufriendo llegamos a lo más alto, a 2.200 metros.




En la otra vertiente de la montaña por donde vamos a bajar hay nubes y algo de niebla, al menos en la parte alta, con lo que nos abrigamos bien para disfrutar de los 15 kms que tenemos por delante.

Llegamos a una pequeña aldea donde compramos coca cola y agua. No tienen pan pero una de las personas que está allí se ofrece a ir a buscar y vendernos el que tiene en casa.
Con la compra ya hecha paramos un poco más adelante a comer pan con embutido.


Pan típico

Seguimos camino en continuo descenso por una pista zigzagueante en muy buen estado y rodeados por un paisaje muy bonito que nos llama a todos mucho la atención.


Paisajes de la zona

Todo parece perfecto hasta que momentos antes de entrar en una aldea la rueda delantera se me va en una zona de gravilla y casi sin darme cuenta me veo en el suelo y a pesar de no ir demasiado rápido arrastrado un par de metros.

Lesión en la muñeca

Rober, Oscar y Paco que iban delante se han perdido el tortazo pero unas diez personas entre mayores y niños que están a la entrada de la aldea lo han visto en vivo y en directo. Paco bromea con pedirles a ellos el vídeo de la caida ya que Rober no lo ha podido grabar.

Salvo un poco de dolor en la muñeca derecha parece que no tengo más que algún raspón en la pierna y la mano.

Un poco más adelante Paco tiene otra pequeña avería con su alforja que repara rápidamente.

Reparación de la alforja

Ya solo nos queda una subida de 3 kilómetros y unos 10 kms de bajada hasta Khemis. Pronto va a comenzar a anochecer pero parece que hoy podemos llegar antes de que se vaya la luz!!



Comenzamos los 10 kms de bajada por una pista que parece nueva o arreglada recientemente. Es ancha, sin baches, en muy buen estado, lo que además me viene muy bien para no forzar la muñeca que cada vez me duele más al moverla.



Tras aproximadamente 5 kms nos encontramos de repente con la pista completamente llena de barro arcilloso que se queda pegado como chicle a las ruedas y todo lo que toca con él.

Es imposible continuar montado en la bici al quedarse bloqueada por el barro que se queda entre la rueda y el cuadro. Incluso empujando a pie la bici tampoco es posible hacer que ruede.
La única solución es quitar con la mano el barro de la rueda para desbloquearla y empujar de nuevo, repitiendo la operación a los pocos metros ya que el barro continua pegándose.



Recuerdo que esto mismo me ocurrió en una ocasión en Salamanca y la solución fue echarme la bici al hombro, salir a la carretera, quitarle lo más gordo y llevarla directamente a lavar.

Oscar y Rober consiguen avanzar más con sus bicis, probablemente porque el espacio entre la rueda y el cuadro sea mayor o por el tipo de rueda.
Aun así, como nos dice más tarde Oscar, el kilómetro y medio recorrido en estas condiciones hasta llegar a la aldea más próxima les ha llevado una hora!!!



barroooooo, mucho barroooo

Se nos hace de noche, yo solo tengo un foco dinamo de los de decatlón que no alumbra apenas y tengo que limpiar el barro con la mano derecha que es la que se me ha fastidiado en la caída.
Qué sensación de impotencia, que desesperación!!!

barrazoooo

Paco que está a mi lado finalmente consigue avanzar algo más y al ver mi cara de desesperación me dice que luego volverán a echarme una mano (nunca mejor dicho..). Por lo que me entero después, de forzar con el barro se le rompe la patilla del cambio y continua hasta la aldea echándose la bici con las alforjas a cuestas.

Rotura de la patilla del cambio

Yo a mi ritmo limpio y avanzo, aunque no es más de 2 metros de cada vez. Pienso en quitar las alforjas, dejarlas en un lateral y con menos peso intentar avanzar más rápido, pero al ser ya tan de noche no me quiero arriesgar a luego no encontrarlas... Con la mano mal tampoco puedo levantar la bici para llevarla a cuestas.

Al cabo de un rato oigo acercarse a Oscar , viene a ayudarme :-) Vaya alegría que me da!! Me dice que queda casi 1 kilómetro hasta la aldea. Él se lleva la bici y yo las alforjas en la mano izquierda.

Al llegar a la aldea varias personas están con Rober y Paco que está arreglando su cambio, poniendo una patilla nueva.

Cuando uno de ellos me ofrece una taza de agua no tardo ni dos segundos en beberla, llevo tiempo sin agua y con una sed tremenda.  Por supuesto no es embotellada pero como si es del arroyo, me da igual.

Nos comentan que los 4 kilómetros restantes hasta Khemis están igual de barro y cuando les pregunto cuanto nos cobrarían por bajarnos hasta Khemis en coche con las bicis me piden 500 dirhams.
Rober dice que no hace falta, se ha asomado a la salida de la aldea y dice que ya está mejor.
Yo insisto en negociar, en 4 kilómetros puede haber de todo, ya es de noche y yo no puedo hacer muchas virguerías tal y como tengo la mano.

La negociación es dura y caótica :) Como no nos entienden le escribo la cantidad que les queremos dar (200 dh) en el suelo con un palo, le enseño el billete porque sigue sin quedar claro o se hace el tonto, Rober se piensa que ya le he dado el dinero y me dice que como se lo he dado ya, otro lugareño (el tonto del pueblo como decía Oscar) enredando y liando más la situación, etc.
Finalmente conseguimos que por 200 dirhams nos bajen en un camión bastante destartalado que tienen allí aparcado.



Subimos las bicis a la caja del camión, donde también suben Oscar y Rober. Paco y yo vamos en la cabina con el conductor. Llega la hora de ponernos en marcha y eso no arranca ni a la de tres... Le echan agua al motor, pero nada...

Transporte improvisado

Mientras tanto el tonto del pueblo nos sigue pidiendo dinero para él.
Después de mucho insistir Paco le da 11 dirhams, parte de lo que se encontró el día antes camino de Ljoukak y le dice: "Toma, que esto me lo dio Ala para ti" :)
Aún así no se conforma y nos pide más al resto hasta que para por aburrimiento.



Deciden empujar el camión... con la ayuda de una vara de hierro le quitan unas piedras que hacen de calzo y comienzan a intentar moverlo. Paco y yo acompañamos el vaiven con el cuerpo a ver si entre unas cosas y otras conseguimos que se mueva. Y da resultado, el camión se mueve cuesta abajo y finalmente arranca!!!

En el corto trayecto hasta Khemis nos damos cuenta de que hemos hecho muy bien en pagar los 200 dirhams pues el camino está de pena...

En Khemis preguntamos por alojamiento pero todos nos dicen que no hay nada.
Rápidamente Rober localiza un buen sitio donde hacer vivac, bajo unos soportales al lado de una gasolinera.



Además al lado hay un grifo con manguera donde limpiamos lo mejor que podemos (más bien quitando lo gordo) las bicis.
El trabajador de la gasolinera se acerca cuando nos ve usando el grifo, con cara de "uséis mi grifo" pero en cuanto ve las bicis le cambia la cara y se da la vuelta sin decir nada.


Limpiando las bicis

En la tienda que hay del otro lado de la carretera compramos unas latas de atún, unos bollos con chocolate y unas bolsas de risquetos o similar (curioso que las bolsas tienen el escudo del Real Madrid o del Barsa...) para cenar, esta vez sin pan que no hay.

Rober me venda la muñeca, que ahora duele más si la muevo, colocamos las bicis al lado nuestro para evitar sorpresas por la mañana y para dentro del saco!!!.

Increible lo de Rober, creo que no han pasado ni 5 minutos y el tío ya está completamente grogui!!
El ruido de coches al pasar por la carretera que tenemos al lado y los martillazos de un conductor que se ha parado a arreglar un pinchazo o alguna otra avería enfrente nuestro me hacen tardar un poco más en caer dormido, pero no demasiado.



Vivac en unos soportales

Creo que el día de hoy, a pesar de la lesión en la muñeca, es de los que mejor recuerdo me van a dejar, por el conjunto de todo: el esfuerzo de la subida del comienzo, los paisajes que atravesamos, las aldeas y personas tan alejadas del turismo, toda la la aventura y agonía en el barro, el buen ambiente con mis compis, siempre dispuestos a ayudar (se nota su vocación de bomberos) y para rematar la jornada el vivac improvisado!!

Aquí un video-resumen del día (ver en HD):




El track de la ruta:








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